Paul Löbe Haus - Berlin

Arquitectura de vanguardia junto al clásico edificio del parlamento alemán

© Todas las fotografías realizadas por Pedro Ferrer

A orillas del río Spree se encuentra un complejo de edificios gubernamentales que albergan, además del famoso  y clásico Reichstag con su moderna cúpula de Norman Foster, otros edificios de oficinas, entre ellos esta casa de Paul Loebe (Paul Löbe Haus).

En todas mis visitas a la capital alemana siempre he reservado unas horas para visitar esta zona con mi cámara. Si aprecias la arquitectura vanguardista este edificio será fuente inagotable de encuadres sugerentes para un fotógrafo de arquitectura.

Paul Löbe Haus

Berlín. Alemania

Stephan Braunfels. 2001

Construido en el año 2001 por la firma de arquitectos muniqueses de Stephan Braunfels, este conjunto de edificios con ocho pisos de altura conforman junto con el Reichstag la sede del gobierno alemán.

El complejo cuenta con cerca de 32000 m2 de superficie útil, distribuidos en 8 plantas. En total hay 550 despachos para 275 diputados, 21 salas de reuniones, 400 oficinas, 8 salas de conferencias, dos restaurantes y la sede de la Comisión Europea.

El edificio nombrado en honor de Paul Gustav Emil Löbe , miembro del Partido Socialdemócrata de Alemania y presidente del Reichstag durante la República de Weimar, está comunicado mediante dos puentes sobre el río Spree con el edificio Marie-Elisabeth-Lüders-Haus, y mediante túneles subterráneos conecta con la cancillería federal, formando la llamada Band des Bundes (lazo de la federación) 

La combinación de hormigón, acero y cristal le confiere un aspecto moderno, en contraste con la sobriedad del clásico edificio del parlamento.

Los esbeltos pilares de acero estilizan un edificio compacto, y las grandes cristaleras de fachada completa aportan luminosidad y al mismo tiempo ligereza al conjunto.

El arquitecto emplea el cristal para conseguir un edificio transparente, y ese concepto de transparencia se eleva por encima de la arquitectura en forma de mensaje a la ciudadanía, que contemplando el edificio puede percibir esa sensación de transparencia que debe guardar todo representante pùblico.

Para la ciudad toda la zona se convierte en un área de ocio, siendo habitual el paso de deportistas, ciclistas y transeúntes paseando a la orilla del río. Es un acierto ofrecer ese espacio al público acercándolo a las instituciones, y aprovechar una ribera antes degradada y hoy acogedora a pesar del exceso de hormigón y ausencia de zonas verdes.