Madera, piedra, tejidos, superficies, muebles, lámparas. La armonía perfecta conseguida por los interioristas se merece unas fotografías que sepan sintetizar la idea que el creador de espacios pretende transmitir. Nitidez, texturas, colores reales, iluminación ambiental deseada. Ese es el trabajo del fotógrafo, bajo las indicaciones de su cliente.
La arquitectura igualmente exige un enfoque especializado para componer las escenas destacando las líneas, patrones, soluciones constructivas y elementos singulares, como un fiel reflejo de los planos originales de diseño, y combinando de manera adecuada con las condiciones ambientales del mundo real.